Las agencias de viajes catalanas cerraron un total de 122 puntos de venta en 2008 por la crisis y registraron el 10% menos de beneficios, según explicó ayer el presidente de la Asociación de Catalana de Agencias de Viajes (ACAV), Francisco Carnerero.
La crisis, que el sector turístico empezó a notar a partir del verano, ha obligado a pasar de las 1.618 oficinas que había a finales de 2007 a 1.496 al finalizar el pasado año. Por ello, ACAV pidió a la Administración bonificaciones fiscales para poder afrontar la dificultad de financiación con la que se encuentran. En el conjunto de España, cerraron entre 1.500 y 2.000 agencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de febrero de 2009