La dirección de Nissan advirtió ayer a los representantes de sus trabajadores de que, pese a haber cancelado la construcción de una factoría en Tánger (Marruecos), Barcelona no tiene garantizada la construcción de un nuevo modelo que garantice el futuro de la planta. Por ello, la compañía insistió ayer en una nueva reunión con los sindicatos en dejar en 2.800 la plantilla, lo que implica la eliminación de unos 1.400 empleos a partir de las bajas incentivadas.
Lo que la planta catalana de Nissan se juega es la fabricación de la nueva furgoneta X-11 y también la del modelo X-81, de las que no ha trascendido todavía la marca comercial. "Confiamos en conseguir la producción de la X-11, porque tenemos toda la estructura necesaria en la fábrica, y no sabemos si también lograremos la otra", explicaron ayer fuentes sindicales. Los trabajadores también pidieron garantías sobre las inversiones que pudieran llevarse a cabo más a largo plazo, en el periodo 2010-2012. Empresa y sindicatos volverán a verse las caras el próximo 18 de febrero.
De momento, Nissan ha empezado a enviar cartas a los trabajadores para informarles sobre las condiciones del plan de bajas voluntarias y, en breve, enviará a cada trabajador una carta con la suma que recibiría en caso de acogerse al plan. La multinacional ofrece indemnizaciones de 60 días por año trabajado con un mínimo de 20.000 euros y un máximo de-7d9113193b1292
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de febrero de 2009