Anteayer, Antonio González Panero, del PP, se resistió a cesar en su cargo como alcalde de Boadilla del Monte, pese a que lo había anunciado su presidente nacional, Mariano Rajoy. Ayer, el pleno en el que finalmente iba a renunciar se fue retrasando a lo largo de la mañana. ¿La razón? No se fue hasta que la número dos del grupo, María Jesús Díaz, su enemiga declarada, firmó la renuncia al acta de concejal. Terminaban 28 tensas horas de tira y afloja en las que el ahora ex alcalde, imputado por el juez Garzón en la trama de corrupción vinculada al PP, desafió la autoridad de Rajoy y del secretario del partido en Madrid, Francisco Granados. El regidor cesante, con el rostro demudado, no admitió preguntas. Ni de la oposición, durante el pleno, ni de los periodistas, durante su comparecencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de febrero de 2009