Mariano Rajoy dijo en una rueda de prensa, sin ningún pudor, que el alcalde de Boadilla había puesto su cargo [de alcalde] a disposición del partido.
No fue un lapsus. Es la pura verdad. Los partidos políticos se han apoderado del Estado. Los cargos representativos de la Administración no dan cuentas de su desempeño a los ciudadanos que les votan, sino al partido político que les pone en las listas electorales.
Este Estado se ha podrido. Hace falta otro, y que los partidos políticos no sean los dueños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de febrero de 2009