El mundo de Max está lleno de personajes curiosos. Ojos grandes, formas diferentes, humanos y animales en medio de paisajes sacados de sueños no siempre agradables. El mundo de Max se resume ahora en Hipnotopía, la exposición que resume la última década de trabajo del dibujante catalán, que se ha movido entre cortas historias de cómic e ilustraciones para prensa, libros y carteles. Fábulas con elementos propios que le hicieron merecedor del Premio Nacional de Cómic.
A Max, Francesc Capdevilla, le conocen como fundador de El Víbora, por ser colaborador de EL PAÍS, y por haber construido todo un universo en el que el autor es perfectamente reconocible. Y eso que su obra nunca se ha estancado. "He podido llegar a sacar mi trabajo más allá de los salones de cómic", agradece el creador a esta muestra que Cajasol ha traído hasta Cádiz, y pronto llevará hasta Sevilla y Málaga. Su mundo de sueños estalla entre las paredes de la Casa Pemán con una reducida pero intensa variedad de registros en torno a los sueños. Aquí lo onírico no sirve para evadirse de la realidad, sino para conseguir entenderla.
La exposición repasa carteles anunciadores, tiras cómicas, cortas historias con mensaje que ha ido publicando en los últimos años y que le han consolidado como uno de los grandes del tebeo español. Pájaros que esperan a su presa, dibujantes que se transforman para encontrar sus musas, muñecos que inspiran cariño y entusiasmo. Los elementos con los que juega Max están cargados de sentido. Aunque muchas veces ni él mismo los pueda explicar.
La muestra Hipnotopía se acompaña de un solicitadísimo catálogo por los amantes del cómic. Lo prologa el crítico Alberto Manguel. "La primera impresión que causa es su coherencia, su complejidad y la calidad de su mundo". Un mundo que estos días despierta de los brazos de Morfeo en Cádiz.
En la Cada Pemán. Cádiz. Hasta el 8 de marzo. De 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30. Gratuita.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de febrero de 2009