El invierno está siendo duro en la región. El 9 de enero cayó una nevada como no se recuerda en décadas que dejó un buen número de damnificados y la sensación de que las Administraciones compitieron en improvisar soluciones. Desde entonces, parece que los elementos se han aliado para hacernos sufrir un invierno de los de órdago. Más nieve, temporales, vientos huracanados, frío polar, granizo, lluvia... En apenas un mes ha dado tiempo a ver de todo menos sol. Hasta ayer, cuando los madrileños se levantaron, miraron al cielo y no hallaron nubes, sino un cielo azul en el que se había instalado el famoso anticiclón de las Azores que tanto echaban de menos. La perspectiva de un día soleado por delante animó a algunos a dar un paseo por el Retiro, donde un par de deportistas, parece que acostumbrados en poco tiempo a la nieve, no renunciaron a practicar esquí de fondo, aunque fuera sobre asfalto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de febrero de 2009