No en todos los países se manejan los recursos públicos con la alegría que se hace en nuestro país.
Los alemanes, por ejemplo, son conscientes de la necesidad de controlar los gastos, públicos y privados, y para ello han llegado a un acuerdo con las autonomías -a partir de 2020, pero ellos trabajan con esa visión a largo plazo- para evitar que se endeuden más a costa de futuras generaciones y donde se ha acabado la bilateralidad, pues todas las negociaciones se unifican en su Senado, Bundesrat, para evitar diferencias y agravios.
De la crisis no se sale consumiendo nuestros escasos recursos, y menos cuando nadie te fía, sino con austeridad, trabajo y siendo competitivos: produciendo calidad a buen precio y vendiendo dentro y fuera de nuestras fronteras, aunque lamentablemente hay quien todavía no se ha enterado de esto...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de febrero de 2009