No es sencillo ser Lily Allen en 2009. A ser hija de famoso, pensar mientras habla, ser el prototipo de artista salida de una red social pasada de moda y haber declarado tener problemas para aceptar su físico se le suma el éxito de su debut. El resultado: ser la segunda cantante más famosa de Inglaterra y tener más nervios a la hora de grabar el segundo y difícil álbum, que ella solventa con talento y gracia. Sin dejar de expresar bien alto sus opiniones acerca de todo lo que se menea (en Fuck you dedica improperios a Bush Jr.), también es capaz de reírse de sí misma (en el primer sencillo The fear) y enternecer (en Chinese y He wasn't there, dedicadas a su madre y padre, respectivamente). Todo ello apoyado en una inspirada producción de Greg Kurstin, que marca el estado del arte del pop en 2009.
Lily Allen
It?s not me, it?s you
Emi
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de febrero de 2009