Pocas cosas resultan tan fascinantes como la sombra que proyecta el propio cuerpo y los objetos que nos rodean. Los primeros recuerdos están ligados a los juegos de manos que proyectamos sobre la pared o a pisotear o perseguir las sombras. Los artistas no han sido una excepción a ese embrujo y por ello la historia del arte está ligada a la representación de las sombras.
El Museo Thyssen y la Fundación Caja Madrid ofrecen hasta el 17 de mayo una sorprendente exposición en la que a través de 140 obras se recorre la historia del arte con la sombra como hilo conductor.
La primera parte, la que se puede ver en el Thyssen, está dedicada a las obras que buscan la representación de la sombra. Los momentos cumbre pasan por las obras maestras de los grandes pintores del Barroco, el Renacimiento o el Romanticismo hasta llegar a la apoteosis que supone el impresionismo con cuadros de Monet, Pissarro, Sisley, Sorolla, Rusiñol o Regoyos.
En la sede de Caja Madrid (plaza de San Martín, 1) , la exposición prosigue con La sombra sobre la mujer, óleo pintado por Picasso en 1953. Giorgio de Chirico , Edward Hopper, Rockwell Kent, Carel Willink, Pyke Koch, Alfonso Ponce de León o Gregorio Prieto son algunos de los muchos autores que dan su visión de la sombra en la modernidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de febrero de 2009