Quienes apuestan por una vida primitiva buscan soledad, naturaleza y sosiego / JESÚS CÍSCAR
Qué bonito, pero qué duro es ser 'hippy'
En tiempos difíciles, se extiende un sueño: romper con todo. Acabar con la inestabilidad laboral, con la dependencia del Euríbor o la baja calidad de los alimentos que consumimos, buscando una vida más sencilla y con satisfacciones más básicas.