Se sienten doblemente estafados. Primero perdieron los ahorros que invirtieron en una promoción fallida, y ahora la Justicia no recoge sus demandas. Los 600 afectados por la presunta estafa inmobiliaria del grupo Riviera Coast, que dirigía el empresario Roch Tabarot, denunciaron ayer la "constante obstrucción" de un proceso judicial en el que las "trabas y zancadillas" han sido una constante, según Enrique Behem, presidente de los afectados. También resaltaron la sobrevaloración de los bienes patrimoniales de la promotora.
La Audiencia Nacional mantiene abierto el proceso penal contra Tabarot y otros diez socios por los presuntos delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad documental. La cúpula de la empresa fue detenida en el aeropuerto de l'Altet el pasado 11 de septiembre cuando intentaban huir de España a Marruecos tras dejar una estafa de 60 millones de euros. Días más tarde quedaron libre bajo fianza.
Según explicó el abogado José Luis Escobar, el informe realizado por la administración concursal está "sobrevalorado, figura que las obras han terminado y no es así, o valora unos terrenos que tienen en Marruecos por encima de su precio real". Por todo ello, los afectados tienen previsto impugnar el informe y a los administradores por su "parcialidad" a favor de los intereses de la empresa. "Se debe nombrar a otros administradores y volver a iniciar el proceso". Los afectados, reunidos en un hotel de Alicante, exigieron prisión preventiva para los imputados y mostraron su rabia al comprobar la dificultad de recuperar su dinero invertido y conseguir los beneficios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de febrero de 2009