Las ruedas del futuro pasarán primero por el espacio antes de llegar a los coches. La NASA equipará su próxima generación de vehículos lunares con el neumático Michelin Twell, un revolucionario prototipo de cubierta que no precisa aire ni se pincha. La clave esta en unos filamentos flexibles que unen la llanta con la banda de rodadura y evitan tener que montar una cámara de aire convencional. El viaje espacial, previsto para la próxima década, supondrá uno de los últimos desafíos a superar por el Twell antes de llegar a los automóviles de calle.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de febrero de 2009