La melodía de El buque fantasma, de Wagner, abrió ayer el espectáculo de luz y sonido que celebró el décimo aniversario del Palacio Euskalduna. El agua, los fuegos artificiales y la música se fundieron en un montaje cargado de simbolismo, que tuvo como protagonista a un remolcador que navegó por las aguas de la Ría, en recuerdo a los astilleros que ocupaban los terrenos en los que se levantó el palacio. En sus 10 años de vida, el Euskalduna ha conseguido una ocupación media del 94% y ha sido utilizado por más de cuatro millones de personas. La conmemoración continuará hoy con una gala en la que actuarán, entre otros, el bailarín Igor Yebra y el violonchelista Asier Polo, y mañana con una jornada de puertas abiertas y actuaciones de Txirri, Mirri y Txibiriton.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de febrero de 2009