El Mallorca no encadenaba dos triunfos consecutivos desde el 28 de septiembre del año pasado, cuando venció al Numancia en Son Moix y al Racing a domicilio. Cinco meses después, el equipo de Gregorio Manzano ha repetido racha de victorias ante los dos mismos rivales y se mantiene asomado a la permanencia, aunque sigue sin abandonar los puestos de descenso.
Con una brillante actuación, Toño sostuvo al Racing hasta el último suspiro. El portero cántabro paró todos los balones que le llegaron y dejó en agua de borrajas el buen arranque del Mallorca.
Durante los primeros minutos, los locales ofrecieron su mejor versión, con un fútbol rápido y vistoso a remolque de Jurado, Arango y Aduriz. Hacia la media hora, el Racing espabiló y tuvo unos minutos de rabia. El duelo se equilibró hasta el descanso y, a partir de ahí, las decisiones del árbitro, Velasco Carballo, rompieron el partido.
MALLORCA 1 - RACING 0
Mallorca: Aouate; Scaloni, Nunes, D.Navarro, Corrales; Varela (Castro, m.71), Martí, Mario Suárez (Keita, m.82), Arango (Webó, m.53), Jurado y Aduriz. No utilizados: Lux, Josemi, Ayoze, Cléber Santana.
Racing: Toño, Valera, Garay, C. Navas, Marcano (Oriol, m.45); Munitis, Lace, Colsa, Óscar Serrano (Toni Moral, m.45); Jonathan Pereyra (Pinillos, m.52) y Zigic. No utilizados: Coltorti, Oriol, Moratón, Luccin, Tchité.
Árbitro: Velasco Carballo. Mostró amarilla a Varela, Nunes, Serrano, Aduriz, Pinillos, Corrales, C. Navas, Zigic y Aouate. Expulsó con roja directa a Garay y al entrenador del Racing, López Muñiz.
Gol: 1-0. M.84. Jurado.
15.141 espectadores en el Ono Estadi.
El árbitro envió a la caseta a Garay por cometer una falta siendo el último defensor, y acabó expulsando también al entrenador del Racing, López Muñiz, por salirse del área técnica en repetidas ocasiones. Pese a jugar con 10 jugadores durante casi toda la segunda mitad del encuentro, el Racing no perdió la cabeza. Supo trabar el juego y llevar a su rival al límite del ataque de ansiedad. Resistieron los verdiblancos hasta que el Mallorca se sacudió el miedo y se decidió a emprender una última carga. Entonces sí, el Racing se vio desbordado.
Faltaban seis minutos para el final cuando Valera se apoyó sobre la espalda de Castro a la salida del enésimo saque de esquina. Velasco escuchó a su asistente e indicó el punto de penalti. El desenlace fue electrizante. Toño estuvo a punto de culminar su mejor tarde: rechazó el lanzamiento de Jurado, pero nada pudo hacer ante el segundo remate. Los tres puntos se quedaron en Mallorca en el último suspiro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de febrero de 2009