La previsión de crecimiento del Banco Mundial (BM) para América Latina en 2009 ha caído hasta el 0,3% desde el 2,7% que el organismo pronosticaba el año pasado. Pamela Cox, vicepresidenta para América Latina del BM, declaró ayer que si bien esta región "no es el epicentro de la crisis", el freno en la economía mundial tendrá serios efectos en ella.
"En América Latina, la crisis no ha entrado a través del sector financiero, sino mediante la economía real", comentó Cox en la madrileña Casa de América. El freno en la economía estadounidense será particularmente duro con México y Centroamérica. Su dependencia del mercado de EE UU les arrastrará a la recesión, lo que se confirmará si se registra un segundo trimestre negativo. La reducción en las exportaciones y en el envío de remesas son las principales razones.
En México, las remesas representan un 4% de su producto interior bruto (PIB), pero son la segunda mayor entrada de divisas extranjeras al país, después de las exportaciones petroleras. El dinero remitido por los inmigrantes es vital para algunas economías centroamericanas. En Honduras, las remesas representan cerca de un 25% de su PIB.
Para paliar los efectos de la crisis, que Cox calificó como "la peor en ocho décadas", el BM aumentará a más del doble los créditos que concede a la región, hasta llegar a los 13.000 millones de dólares (unos 10.164 millones de euros). La funcionaria destacó la participación de esta institución en programas de desarrollo. "El BM no trata sólo de dinero. La estimulación de programas sociales es una de nuestras prioridades", señaló.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de febrero de 2009