Tres pactos. El presidente de la Xunta y candidato del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, propuso ayer a PP y BNG tres grandes acuerdos "de país" para la próxima legislatura en torno a la crisis económica, la convivencia lingüística y la reforma del Estatuto. Galicia, subrayó con toda solemnidad en una comida con más de 200 militantes y simpatizantes en el municipio de Ames, muy cerca de Santiago y ya convertido en zona residencial de la capital, "no necesita más división. Hay cosas que nos unen y que debemos compartir". Para asegurar "las más importantes, las que determinan nuestro futuro y la calidad de nuestra convivencia", explicó, su "primera llamada" después de las elecciones (un gesto que hace una semana había prometido tener con los rectores de las universidades) tendrá como destinatarios "a los empresarios, los sindicatos y las fuerzas políticas para establecer un gran acuerdo y recuperar juntos la economía y salvaguardar el empleo".
"Feijóo heredó todo lo malo de Fraga y nada de lo bueno", afirmó el socialista
"Un gran acuerdo nacional", precisó, al que deben seguir otros dos entre "las tres fuerzas políticas para recuperar un nuevo consenso en torno al gallego" y para pactar la reforma del Estatuto de Autonomía. "Para que nunca más haya una guerra lingüística y que el gallego no divida este país", precisó, porque no quiere "divisiones ni rupturas en torno al idioma". Y "para conseguir más competencias, más recursos y el reconocimiento pleno de nuestra identidad en España y en la Unión Europea. Para eso os pido el voto con toda la fuerza, desde la disposición a corregir errores, los que sea necesario corregir para seguir impulsando el cambio, no para volver atrás" en él, advirtió.
A cinco días de las elecciones, Touriño se mostró fiel al guión establecido para la recta final de la campaña. En primer lugar, el llamamiento a la movilización. "Este país no tiene límites, no puede ponerle puertas a su ambición. Por eso os pido un apoyo mayoritario, toda la fuerza, lo necesito", reclamó sin rodeos en el polideportivo de O Milladoiro. En segundo, la incapacidad de su máximo rival, el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo. Y a este asunto dedicó buena parte de su tiempo, porque el candidato de la derecha "se desentendió de Galicia durante cuatro años, estuvo más pendiente de ser útil a Mariano Rajoy que de ser útil a Galicia".
Cada vez que han debatido en el Parlamento sólo ha encontrado "acusaciones, descalificación y confrontación. Utilizó el gallego para separar a los gallegos" y "prefirió seguir los dictados de Rajoy y de Génova" contra la reforma del Estatuto. "Ahora", subrayó, "pretende utilizar Galicia como trampolín para llegar a la reconquista de la Moncloa", pero "Galicia no se vende", proclamó. "Hay dos clases de políticos", concluyó, "los que se dedican a resolver problemas y a ayudar a un país a resolverlos, y los que se dedican a crearlos. Feijóo pertenece a esta segunda clase, heredó todo lo malo de Fraga y nada de lo bueno".
Por la tarde, ya en A Estrada, Touriño repitió mensaje ante otras 400 personas. Cerró el mitin con un nuevo llamiento a quienes aún dudan si ir a votar: "Quiero dirigirme a los desencatantados para decirles que la mayoría de cambio es posible y la podemos conseguir. Dadle al partido socialista vuestro coraje y aceleraremos el impulso del cambio". La campaña del candidato socialista a la Xunta acudirá hoy a Lugo y Burela, mañana volverá a Vigo y Pontevedra y el viernes cerrará en Santiago.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de febrero de 2009