El PNV se mantiene inmóvil en el discurso de los últimos cuatro días, sin variar un ápice su llamada al voto con la advertencia de que la alternativa es un Gobierno autonómico controlado "desde Madrid" y que eso sólo puede ocurrir merced a una alianza entre el PSE-EE y el PP.
"Ibarretxe o López: no hay otra elección", enfatizó ayer el primer candidato por Guipúzcoa, Joseba Egibar, en un acto en el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, insistiendo en la necesidad de movilizar todo el voto abertzale, nacionalista, "y del conjunto de la ciudadanía vasca, porque nuestra suerte grupal y familiar está en juego". "Que el día 2 no sea el día del arrepentimiento" para quienes no usen "la fuerza de su voto", advirtió.
"Tengo paz interior, estoy bien, con tranquilidad total", afirma Ibarretxe
La secuela del atentado contra la Casa del Pueblo de Lazkao introdujo ayer la afirmación del candidato, Juan José Ibarretxe, de que ETA "está derrotada definitivamente en la sociedad vasca" y la del presidente de su partido, Iñigo Urkullu, que acudió a la concentración de repulsa en la localidad guipuzcoana: "No vamos a sucumbir a esta dinámica de ataques a los partidos políticos", afirmó, al tiempo que reclamó el diálogo como "herramienta" para lograr "la convivencia normalizada que exige la sociedad".
El PNV volvió a contar con el apoyo de CiU, esta vez en la persona de su secretario general, Josep Antoni Durán i Lleida, que tomó prestada una frase del escritor Josep Pla para dar carta de naturaleza al acuerdo entre socialistas y populares: "No hay nada más parecido a un español de izquierdas que un español de derechas", citó. El político catalán puso como ejemplo la situación de CiU, desplazada del Gobierno de Cataluña por el pacto PSE-ERC-ICV. El pacto será realidad "si las urnas lo permiten. Lo han hecho siempre", advirtió.
Su intervención sirvió a Ibarretxe para llamar a "aprender de la experiencia de los demás" para que el centro de decisión sobre los asuntos vascos permanezca "en Gasteiz" para "reforzar Euskadi, porque nos jugamos el futuro".
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu fue explícito al mostrar su preocupación por la situación en Guipúzcoa. "Guipúzcoa se tiene que mover mucho en estos tres días, hace falta hasta el último voto", porque, "la cosa no está clara aún", dijo, tras advertir de que "parece que no hay mucho ambiente".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de febrero de 2009