"¡Tenéis delante, con el hotel del Palau de la Música, otro forat de la vergonya! ¡Acordaos de esto!". Jorge, miembro de la Asociación de Vecinos del Casc Antic y de la recién creada Xarxa Veïnal de Ciutat Vella, arrancó aplausos de la sala cuando lanzó ese aviso a los impertérritos cargos municipales, que presentaron el proceso que dará luz verde al futuro hotel en la sede del distrito.
La sesión era consultiva y en ella el gerente de Urbanismo, Ramon Messegué, detalló las diferencias entre el proyecto original de Óscar Tusquets y el actual. Messegué subrayó que el nuevo plan es menos agresivo porque conserva la fachada de las fincas modernistas y sus volúmenes, y reduce el número de plazas del aparcamiento. El proyecto, que tendrá un plan especial, comportará la modificación del plan metropolitano.
La inmensa mayoría de los vecinos censuraron el proyecto por beneficiar básicamente a una entidad privada (Orfeó Català) gracias a la ingenieria urbanística y porque el barrio ya está saturado de hoteles y turistas que encarecen el nivel de vida. "La gente humilde no puede resistir los precios de los menús", dijo un joven. Los vecinos han reunido 3.500 firmas y han presentado un contencioso ante la justicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de febrero de 2009