La eléctrica Endesa, controlada en un 92% por la italiana Enel, ganó el pasado año 7.169 millones de euros, un 168% más que en 2007 debido, principalmente, a la venta de activos a la alemana E.ON, con la que se anotó unas plusvalías brutas de 4.564 millones.
Sin tener en cuenta los ingresos extraordinarios y la actividad de las instalaciones vendidas en 2008, el resultado se situaría en 2.371 millones de euros, con una mejora del 5,8% respecto a 2007. La deuda de la compañía, sumaba, a 31 de diciembre, 14.003 millones de euros, lo que representa un descenso del 32,8% respecto al cierre de 2007.
Durante la presentación ante analistas de los resultados, el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, que asumió un papel de más protagonismo que en ocasiones anteriores, aseguró que, pese a la venta de activos, la compañía conserva "una gran dimensión". Miranda, que según se afirma, podría asumir la presidencia de la Endesa bajo control italiano, avanzó que trabajan conjuntamente con Enel en el diseño de la estrategia futura de la empresa.
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El objetivo, dijo el consejero delegado, es adaptar las inversiones y estrategias de Endesa a la nueva realidad macroeconómica y teniendo en cuenta los posibles escenarios de futuro. El plan, precisó, puede estar listo a mediados de marzo. Conocidos los resultados, las acciones de Endesa cerraron la jornada bursátil con una apreciable pérdida, el 3,63%.
Sobre la salida del grupo Acciona de la eléctrica, el secretario general de Energía, Pedro Marín, aseguró que no pone en riesgo las inversiones, ni la competencia en el mercado energético, ya que la operación está "claramente salvaguardada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de febrero de 2009