La Asociación Velázquez por Sevilla solicitó ayer al director general de Museos de la Junta de Andalucía, Pablo Suárez, una auditoría "rigurosa" de los medios humanos y materiales con los que cuenta en la actualidad el Museo de Bellas Artes de Sevilla. La petición se produce tras el robo de la cruz de madera de la talla Santo Domingo penitente, obra del escultor Juan Martínez Montañés. La denuncia del robo se realizó el pasado 20 de febrero.
Según el presidente de la asociación, José Andrés Vicente, la realización de esta auditoría por parte de la Administración autonómica "es una necesidad inaplazable, todo ello con el objetivo de que se depuren responsabilidades en un hecho que es de la máxima gravedad".
En este sentido, Vicente considera que "en el caso de que el resultado de este análisis demuestre que existen los medios humanos y materiales suficientes, se deberán tomar y exigir de forma expeditiva las responsabilidades necesarias desde el último bedel hasta el director del Museo de Bellas Artes". De igual modo, el presidente de Velázquez por Sevilla aseveró que, "si por el contrario, del resultado de la auditoría se deriva que no existen tales medios o que éstos son insuficientes, a quien se deben exigir responsabilidades es al propio director general de Museos".
Por último, José Andrés Vicente puso de manifiesto que desde la asociación "no se va a permitir que la Consejería de Cultura permanezca como hasta la fecha, silbando El puente sobre el río Kwai".
Por su parte, el delegado provincial de Cultura de la Junta, Bernardo Bueno, ya explicó que se tiene constancia del robo de la cruz desde el pasado viernes día 20 de febrero, día en el que se puso en conocimiento y se dio parte a la Policía Autonómica, que se encuentra actualmente investigando el hecho.
En este sentido, el responsable provincial de Cultura señaló que "no se trata de la cruz original de Santo Domingo penitente, una escultura tallada por Martínez Montañés en 1605 para el retablo del desaparecido monasterio de Porta Coeli, sino de una reproducción de madera realizada en el sigo XX".
El Museo de Bellas Artes de Sevilla, la segunda pinacoteca española tras el Prado, cuenta con una plantilla de 30 vigilantes para sus 14 salas. Los vigilantes trabajan en tres turnos por lo que, en el mejor de los casos, sólo hay 10 personas a la vez para cuidar todo el museo. Además, los visitante pueden acceder al museo con bultos o bolsos, ya que no es obligatorio dejarlos en consigna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de marzo de 2009