El reguero de suspensiones de empleo no da tregua. La firma textil Sati, perteneciente a la familia catalana Fisas, ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter temporal para dejar sin trabajo a 336 de los 356 empleados de su fábrica de La Garriga durante un periodo de 50 días.
Sati, dedicada a la producción de tejidos técnicos y para la decoración, ha acusado el declive económico y atribuye el recorte eventual de empleo, presentado ante la Generalitat el pasado viernes, a una caída en picado de las necesidades de producción, según fuentes sindicales. El ERE se podrá aplicar a lo largo de un año.
La firma entró en pérdidas el año pasado con unas ventas por valor de 50 millones de euros, entre el 8% y el 9% inferiores a las del año pasado, según explica el director general de la compañía, Emili Miquel, quien añade que la producción ha caído el 20% desde que comenzó el año. El grupo ya eliminó el año pasado 90 empleos.
Los problemas de Sati se añaden a los de otras firmas textiles catalanas, como Dogi, que también ha presentado un ERE temporal para 316 empleados en El Masnou (Maresme), y Burberry, que ha pactado 230 despidos.
Y ayer se añadió Biosca Riera. La empresa textil, propietaria de la marca Escorpión, ha planteado al comité de empresa un ERE para despedir a 90 empleados en su fábrica de Igualada, según informaron fuentes sindicales. La decisión supone un recorte del 60% de su plantilla, que está formada por entre 150 y 160 personas dedicadas no sólo a la confección de género de punto, sino también a la distribución de los productos.
Pero no todos los ajustes obtienen luz verde. El Departamento de Trabajo ha denegado el expediente de regulación que afectaba a 72 trabajadores de la planta de Tallers Casals en Ripoll. La intención de la dirección era reducir la jornada al 50% durante seis meses y que los trabajadores produjeran una semana sí y la siguiente no.
Según la delegación de Trabajo en Girona, el expediente no está bien fundamentado y no existen motivos firmes para la suspensión temporal de contratos, informa Natalia Iglesias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de marzo de 2009