El sistema electoral español demanda la instauración de la segunda vuelta. Es lo más legítimo pero también lo menos traumático. En suma, no generaría tanta crispación como estamos avistando para la conformación de un Gobierno sólido en el País Vasco. La fórmula de los Ejecutivos de coalición se viene mostrando claramente ineficaz, inconsistente e inestable. Tres ejemplos: el bipartito gallego, que en la anterior legislatura autonómica desplazó en Galicia a la fuerza mayoritaria, el PP, con 37 escaños, a sólo uno de la mayoría absoluta. El tripartito catalán, que en el ciclo actual impidió que CiU siguiera comandando la Generalitat a pesar de su primacía, y ahora parece que el PNV en el País Vasco, a manos del PSE, que quiere el Gobierno gratis obviando su segundo puesto. A la tercera debe ir la vencida.
Vindico primera vuelta para el reparto de los escaños parlamentarios y a continuación desempate entre los dos partidos que obtengan mayor representación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de marzo de 2009