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El Banco Mundial alerta de la debilidad financiera de los emergentes

La crisis financiera se gestó y explotó en los países avanzados, pero tendrá consecuencias muy graves en economías emergentes que habían logrado notables avances en la reducción de la pobreza en los últimos años. El Banco Mundial advirtió ayer de que la sequía en los mercados internacionales se traducirá en un déficit de recursos para países emergentes y pobres, que oscilará entre 210.000 y 550.000 millones de euros este año, según los cálculos del organismo internacional.

Para el servicio de estudios de la entidad que preside Robert Zoellick, las economías de Europa del Este y Latinoamérica serán, entre los países emergentes, las más perjudicadas por la retirada de capitales. En el sureste asiático, el multimillonario plan fiscal lanzado por China reduce los riesgos para una regíón que, sin embargo, es la más castigada por el mayor descenso del comercio mundial en 80 años. En el caso de los países más pobres, sobre todo de África y América Latina, es el bajonazo de los precios de las materias primas la peor consecuencia de la crisis. Además, muchos también sufrirán la caída de las remesas de los emigrantes.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de marzo de 2009