Una vida entera se repasa en cada pausa. Un gran animal varado en la playa. Un árbol que espera a que la luz se apague. Un barrio que languidece. Las obras de Enrique Gran son todo un universo propio y hasta él se puede viajar estos días en el castillo de Santa Catalina de Cádiz. La capital gaditana es la primera parada de esa muestra antológica que repasa la carrera del pintor santanderino, cuando se cumplen diez años desde su trágica muerte.
La exposición se compone de más de cien trabajos, algunos de ellos tan emblemáticos como los 30 óleos de gran formato realizados hasta 1996 con varios retratos abstractos y paisajes fantásticos. Hay también carboncillos, témperas o acuarelas que demuestran la variedad técnica del artista. Esta antología es un homenaje y también una reivindicación después de una década de silencio.
"Gran vivió de espaldas a la conveniencia y las corrientes de su tiempo", explica la comisaria de muestra, Begoña Merino. "Su obra es un paréntesis para abandonarnos a las sensaciones, al vértigo de lo temporal", añade. Hay proyecciones audiovisuales que recuerdan su labor, incluida su participación en El sol del membrillo, de Víctor Erice. También hay una selección de escritos y apuntes desde los años 50.
La comisaria de la muestra es también sobrina de Gran. Su tío fue un artista respetado en su tiempo, aunque ella cree que es necesario un mayor reconocimiento. "Su aportación a la abstracción del siglo XX fue fundamental". Cádiz ha estrenado esta antología en un año en el que Cantabria se volcará con el triste aniversario de su muerte. Una década sin Gran aunque su universo revive ahora en el Castillo de Santa Catalina.
Castillo de Santa Catalina. Cádiz. De 11.00 a 20.00. Gratuita.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de marzo de 2009