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Los escándolos de corrupción vinculados al PP

La oposición exige a Camps el cese inmediato de Castellano

El consejero valenciano niega haber beneficiado a una constructora

El portavoz socialista en las Cortes valencianas, Ángel Luna, reclamó ayer al presidente Francisco Camps (PP) la destitución "fulminante" de Serafín Castellano, consejero de Gobernación, ante la evidencia de que las adjudicaciones a Construcciones Taroncher desde los distintos departamentos que ha ocupado en los últimos años "no han sido contrataciones de forma esporádica, sino de forma sistemática para burlar la ley". Mònica Oltra, portavoz de Compromís, abundó: "Castellano no puede seguir en el Consell ni un minuto más".

Construcciones Taroncher, empresa propiedad de María Ángeles González y gestionada por su marido, José María Pérez Taroncher, amigos íntimos de Castellano, ha sido adjudicataria de unas 200 obras contratadas por la Generalitat Valenciana por un valor de siete millones de euros desde el año 2000. La mayoría de los contratos a Construcciones Taroncher se han tramitado por procedimiento negociado sin publicidad o directamente, en los casos de menor cuantía.

La dueña y el gestor de la empresa son amigos íntimos del político

Castellano, quien se comprometió a difundir todos los contratos que ha adjudicado a Construcciones Taroncher hace tres semanas -aún no lo ha hecho- difundió una nota en la que asegura: "No he influenciado en nada ni sobre nadie para que a ninguna empresa se le concedieran adjudicaciones".

El portavoz socialista opina en cambio que "Castellano se burla de la ley y del sentido común. No se trata de sospechas o dudas, hay certeza absoluta de que Castellano ha adjudicado obras a su amigo íntimo, él mismo lo ha confesado". Luna se preguntó: "¿Por qué no procede el presidente a su destitución? Hay dos opciones. O tiene mala conciencia porque él mismo ha adjudicado obras a muchos amigos o tiene miedo de que Castellano hable, que revele entresijos de su Administración que le pondrían en un aprieto mayor de los que ya tiene".

Luna asumió que "es inútil" pedir la dimisión a Castellano, quien ha defendido en comparecencias públicas y en sede parlamentaria que cumple la ley "a rajatabla". Por eso invitó a Camps a actuar para airear "las aguas profundas de la charca putrefacta en que se ha convertido la administración del Consell".

Oltra también cargó contra Camps: "Su actitud de mirar hacia otro lado solo se explica porque está más preocupado por sus asuntos con la justicia que con su tarea ejecutiva".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de marzo de 2009