Es curioso ver a los organismos económicos internacionales seguir dando recetas de corte neoliberal para salir de la crisis; a las agencias de calificación de riesgos bajar la puntuación de nuestro país, y a la derecha catalana y española barruntar propuestas de recortes de impuestos y de gasto público.
Han sido estas instituciones derechistas las que durante 20 años han desbaratado el sistema económico, eliminando los controles, para permitir que algunos se pudieran dedicar al lucro desorbitado, con poca ética y mucha avaricia. Una situación que ahora hay que arreglar con el dinero de todos los contribuyentes.
¿Y aún se atreven a dar lecciones a los Gobiernos de izquierdas? Basta ya, la izquierda tiene toda la legitimidad para enmendar esta situación con otras herramientas: promoviendo las políticas sociales y la protección contra desempleo, reactivando la economía con inversiones públicas y promoviendo políticas valientes de cambio del modelo productivo, como la apuesta por las energías renovables, que nos alejen de la economía del ladrillo y el cemento. Ahora, entre todos debemos superar esta crisis, pero me niego a olvidar quién nos ha metido en ella.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de marzo de 2009