Gracias por aclarar el lío provocado por la concesión de la Medalla de Bellas Artes al matador de toros Francisco Rivera Ordóñez (EL PAÍS, 7 de marzo). Los también toreros Paco Camino y José Tomás han hecho bien en devolver sus medallas en protesta por tal disparate. Como siempre -lo dijo el mismo Ortega y Gasset-, el toreo refleja la situación de la sociedad, en este caso el culto al famoseo y la frivolidad: el galardonado es más conocido por salir en la prensa rosa que por la calidad de su toreo. Y también como siempre, el Gobierno de turno ha utilizado la fiesta de los toros para congraciarse con el pueblo. Pero en esta ocasión, como en tantas otras, con ausencia de fortuna, y así tenemos el lamentable espectáculo de la vicepresidenta intentando justificar lo injustificable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de marzo de 2009