El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, llegó ayer al Congreso con la recomendación de esforzarse en disipar los rumores que ponen en duda su continuidad en el Gobierno. Hasta tres veces en distintas intervenciones repitió que quiere seguir en su cargo, y atribuyó a su "humor mediterráneo" su comentario de hace unas semanas sobre su envidia a Bermejo por su condición de ex ministro.
"Usted y yo seguiremos debatiendo después del verano", le dijo Solbes al diputado del PP Cristóbal Montoro en su último turno de palabra, garantizando la continuidad de un cara a cara que se va convirtiendo en un clásico en el Congreso. "No tengo deseos de perder mi empleo. Aproximadamente la semana que viene voy a cumplir los 41 años de actividad entre distintas responsabilidades de tipo público. Me siento cómodo, me siento satisfecho de ser ministro de Economía y, evidentemente, no tengo ningún deseo de dejar de serlo", dijo.
La supuesta crisis inminente de Gobierno fue utilizada por varios diputados del PP, empezando por Mariano Rajoy, que pidió el relevo de todo el equipo económico y de la mitad de los ministros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de marzo de 2009