No quieren la reforma de las universidades que está llevando a cabo el Gobierno (el proceso de Bolonia) y lo volvieron a decir ayer en las calles de distintas ciudades españolas miles de estudiantes. Algunos de ellos llegaron a cortar durante unos minutos la Gran Vía de Madrid tras la manifestación y se produjeron algunos enfrentamientos con la policía que acabaron con un detenido. En Barcelona, la concentración acabó en el campus de la Ciutadella de la Universidad Pompeu Fabra, donde 100 estudiantes se instalaron para pasar la noche.
El Gobierno y los rectores están haciendo campaña sobre las bondades de la reforma (modernización de los métodos de enseñanza o más movilidad), pero a estos grupos no les convencen. Ven en los cambios que equipararán las carreras españolas con un esquema común en toda Europa (con títulos de grado, master y doctorado) el deterioro de la universidad pública. Ven los campus condicionados por los deseos del sector privado, carreras devaluadas y el master, muy caro para los jóvenes más humildes. No creen al Gobierno cuando lo niega.
Ayer hubo 6 .000 en Barcelona (15.000 según los convocantes), 3.000 manifestantes en Madrid (también 15.000, según los organizadores), 2.000 en Valencia y otros tantos en Alicante, 1.000 en Zaragoza o 600 en Sevilla, entre otras ciudades. El Ministerio de Ciencia estimó un seguimiento de la huelga menor del 2%.
Los alumnos exigen que se detenga la reforma y se haga un referéndum vinculante. Tras él, piden consensuar los cambios que necesita la universidad. El líder de IU, Cayo Lara, estuvo en la manifestación de Madrid apoyando estas reivindicaciones. Los alumnos se quejan de que se les "criminaliza". Pero, sin que se pueda generalizar a todo el movimiento, lo cierto es que algún profesor (como Rafael Feito, de Sociología de la Complutense) fue ayer zarandeado cuando intentaba entrar en la facultad y algunos encapuchados lanzaron objetos contra sedes financieras en Barcelona.
Con información de Ezequiel Moltó y Pilar Choza.
En pocas palabras
- Nuevo esquema. 46 países europeos tendrán el mismo esquema de carreras: grado (en España sustituye a diplomaturas y licenciaturas), master y doctorado. La idea principal es facilitar la movilidad.
- Las quejas. Donde los papeles de la reforma hablan de que las universidades deben abrirse más a las necesidades sociales, los alumnos leen mercantilización de los campus, con carreras y masters más caros, en suma, más inaccesibles para las clases humildes y de peor calidad. El Gobierno dice que los temores son infundados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de marzo de 2009