Después de cinco años desde que cerrara sus puertas y con más de un año y medio de retraso por trámites administrativos, la demolición de las 443 construcciones que aún quedan en pie en el Club Méditerranée de Cadaqués (Alt Empordà) será una realidad en las próximas semanas.
La última fase de recuperación de los terrenos del parque natural del Cap de Creus que actualmente ocupa la antigua ciudad de vacaciones se centrará en la demolición de los bungalós, los edificios de equipamientos, los espacios pavimentados y las calles. Sólo quedará en pie un edificio junto a la cala Culip que será reconvertido en mirador. Las obras comenzarán en abril, se alargarán durante un año y tienen un coste de siete millones de euros aportados por la Generalitat y el Ministerio de Medio Ambiente, anunciaron ayer en Cadaqués el consejero de dicho departamento, Francesc Baltasar, y la directora de sostenibilidad de Costa y Mar, Alicia Paz. Los trabajos se realizarán por el sistema de deconstrucción selectiva -casa por casa y con sistemas para proteger la vegetación- y afectan a una superficie de 4,5 hectáreas. En total, se calcula que se generarán 39.000 metros cúbicos de escombros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de marzo de 2009