Hemos tenido recientemente la gran noticia de que gracias a las células madre del cordón umbilical de un niño han podido salvar la vida de su hermano. Un gran avance que ha sido criticado por la Iglesia.
¿Por qué tenemos que tolerar esta situación por parte de la Iglesia? ¿No se han dado cuenta de que el sistema de pedir perdón una vez que se ha hecho el daño no es el procedimiento más adecuado? Por favor, permitamos avanzar siempre con coherencia y respeto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de marzo de 2009