Amy Winehouse se declaró ayer inocente ante un tribunal londinense del delito de agresión a una admiradora, a la que supuestamente propinó varios golpes durante una fiesta benéfica. "Yo no lo hice", dijo la cantante, que se mostró provocativa durante la vista. Su aspecto denota que no ha superado sus problemas con las drogas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de marzo de 2009