La que hubiera sido la mayor adquisición hasta la fecha de una compañía china por una extranjera se ha quedado en las estanterías. El Ministerio de Comercio anunció ayer el rechazo a la compra por parte de Coca-Cola del reconocido fabricante de zumos Huiyuan por problemas de competencia. La empresa estadounidense había ofrecido 2.300 millones de dólares (1.760 millones de euros). Según Pekín, Coca-Cola habría utilizado su "posición dominante" en la industria de las bebidas carbonatadas para impulsar al alza los precios y limitar la posibilidad de elección de los consumidores. El ministerio añadió que la operación habría complicado la supervivencia de otras empresas locales más pequeñas.
Huiyuan, cuyas bebidas están en todos los supermercados del país, tiene más del 10% del negocio de zumos de frutas y vegetales chinos, que creció un 15% el año pasado; mientras que Coca-Cola posee una cuota del 9,7% y domina los zumos diluidos. El grupo estadounidense controla más del 50% de la industria de las sodas en China.
Posible revancha
La operación, que fue anunciada en septiembre pasado, había levantado fuerte oposición entre algunos sectores, que veían con enojo la cesión de una de las marcas chinas de más éxito a una empresa extranjera. En algunas páginas de Internet, Zhu Xinli, fundador de la empresa, llegó a ser calificado de traidor. La dirección de la empresa y sus principales accionistas habían defendido la venta bajo el argumento de que mejoraría el desarrollo del producto y su comercialización. Sin embargo, la cesión de Huiyuan, habría ido en contra de la estrategia del Gobierno de contar con marcas potentes y de renombre, más dispuestas a comprar que a ser vendidas.
El veto del Gobierno podría ser también una respuesta a la fallida adquisición en 2005 de la petrolera estadounidense Unocal por parte de la china CNOOC. La operación fracasó después de que se elevaran muchas voces en Estados Unidos diciendo que podría poner en peligro su seguridad energética.
Mientras tanto, el Banco Mundial redujo ayer la previsión de crecimiento de la economía china para 2009 del 7,5% al 6,5%, debido a la ralentización de las exportaciones y la inversión no gubernamental por la crisis. La cifra oficial del Gobierno es del 8%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de marzo de 2009