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Galán advierte a ACS de que el consejo de Iberdrola está unido

Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aguantó ayer un chaparrón de preguntas sobre la petición formal de su primer accionista, la constructora ACS, de entrar en el consejo de la eléctrica. Y, a 48 horas de la junta general de accionistas, lo hizo con una única respuesta como paraguas: "La petición [de ACS] se estudiará cuando el consejo lo estime oportuno" y "siempre y cuando haya una vacante que se mueva". Sólo le faltó añadir que, según reglamentos y estatutos, no habrá vacantes en muchos meses.

Tras explicar que la cobertura de puestos en el órgano de administración de la eléctrica (limitado a 15 miembros y completo) está perfectamente regulada, Sánchez Galán lanzó un aviso a su rival en ACS, Florentino Pérez. "El consejo de Iberdrola", dijo, "está cohesionado y ha adoptado todas las decisiones por unanimidad".

Sudar la camiseta

Una forma de desmentir supuestas discrepancias con el segundo gran accionista de la eléctrica, la BBK, que controla un 7,1% de la compañía frente al 12,6% que tiene bajo control ACS de forma directa e indirecta.

Las explicaciones de Sánchez Galán, tras el encuentro que mantuvo con Pérez el pasado viernes -en presencia del secretario del consejo de Iberdrola- parecen indicar que es partidario de que ACS, recién vendida su participación en Unión Fenosa, sude la camiseta si quiere incorporarse de forma rápida al consejo de la eléctrica. Para empezar, el asunto no se tratará ni en el consejo previo a la junta ni en la propia junta.

Sobre la evolución del negocio, Sánchez Galán dejó un recado importante, éste para el Gobierno. La compañía, con más de 4.000 millones de inversión prevista este año, considera imprescindible la estabilidad regulatoria para llevar a cabo sus planes.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de marzo de 2009