En algunas zonas de América Latina, la compañía Telefónica no es tan conocida como operadora de telecomunicaciones como por su campaña Pro Niño, destinada a rescatar a niños de la calle o del trabajo infantil y escolarizarlos. Actualmente se benefician de este programa solidario 107.000 niños. Ayer, el vicepresidente de la Fundación Telefónica, Javier Nadal, explicó la experiencia en el foro que la Fundació Pere Tarrés organiza en colaboración con EL PAÍS.
Los voluntarios de la entidad se acercan a los padres con niños en esta situación y les plantean la conveniencia, como inversión de futuro y sin pagar ningún rescate, de que su hijo vaya a la escuela. La fundación le facilita la escolarización.
Éste no es el único programa orientado a la educación de la citada fundación. Educared se dirige a ámbitos, como el español, donde el problema no es la escolarización, sino el aprovechamiento de los recursos tecnológicos. "En España no hay un problema grave de dotación escolar. Alumnos y profesores emplean las tecnologías de la información. Sin embargo, lo que no ha cambiado es la manera de enseñar, la manera de comunicarse entre ellos y las familias. No ha entrado, por ejemplo, el trabajo colaborativo. La escuela necesita introducir la cultura que en Internet supone el universo de la web colaborativa, 2.0", comentó Nadal.
Para Nadal, el trabajo en el ámbito de la educación es una manera de trabajar para la igualdad de oportunidades y la transformación innovadora de un país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de marzo de 2009