No comparto las protestas del movimiento anti-Bolonia, pero el espectáculo de la actuación de los mossos contra los estudiantes y todo ser viviente que se les cruzara por el camino me recordó a otras épocas en las que la policía iba vestida de gris.
¿Cómo se puede llegar a esta brutalidad gratuita? ¿Quién está marcando estas pautas represivas? Es deplorable que un cuerpo como los Mossos d'Esquadra, que siempre ha contado con mi respeto, pueda desacreditarse de tal forma. Ni los grises lo harían mejor. Es evidente que detrás de estas porras incontroladas hay órdenes concretas. Y estos que las dan son los verdaderos responsables de este descrédito. Por el bien de nuestro maltrecho sistema y de la credibilidad del cuerpo policial catalán, espero y deseo fervientemente que empiecen a dimitir de sus cargos. Miopes de poder, a lo máximo que han llegado con nuestros votos es a replicar los métodos franquistas que tanto han criticado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de marzo de 2009