Los lugares que tengan gran afluencia de público, desde estadios a centros comerciales, pasando por estaciones y aeropuertos, tendrán desfibriladores semiautomáticos, según aprobó ayer el Consejo de Ministros. Con el real decreto propuesto por el Ministerio de Sanidad se regula la ubicación y uso de este material fuera de un ámbito sanitario. El objetivo es que estén más cerca de los posibles afectados por un ataque cardiaco.
Se calcula que cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardiacas extrahospitalarias. Atenderlas lo antes posible es clave para la supervivencia de los afectados. Por eso estas máquinas deberán estar señalizadas, acompañadas de sus instrucciones y disponibles en los sitios por los que pase mucha gente. Además, se instruirá al personal no sanitario que trabaje en estos lugares para que los usen. Los aparatos emitirán una alerta automática a los servicios sanitarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de marzo de 2009