Aunque Jacobo González-Robatto asegura que le gusta "absolutamente todo", lo cierto es que está claro que su sector es el bancario. Tras 18 meses al frente del Grupo Cortefiel, se incorpora a
Banco Popular como director general corporativo y de finanzas. Dependerán de él la dirección financiera y las oficinas de relación con inversores y de desarrollo corporativo. Una misión importante, pero para la que el pasado martes, cuando llevaba cuatro horas en el banco, aún no se había marcado objetivos. "Soy una persona rápida, aunque no tanto. Antes de cambiar la dirección, tengo que familiarizarme con ella", decía.
No le falta razón, tampoco conocimiento. Veinticinco años en el Grupo Barclays, del que salió cuando era consejero delegado, country manager en España y responsable de Europa del sur, debido a una pérdida de peso de la posición española en el grupo, lo que denomina "una reorientación del negocio tras la que creí mejor buscar otras experiencias", le llevan a decir que el Popular es y ha sido una referencia de la banca comercial en el mundo, "un ejemplo a seguir". Y cuando se pregunta qué puede aportar él a esta entidad modélica en plena crisis financiera habla de "experiencia internacional". Bajo su batuta estarán los ratios de liquidez y solvencia, "a los que hay que prestar mucha atención y mejorar", asegura.
A los 52 años, este licenciado en Derecho, graduado en Empresariales y master por el IESE, acaba de volver de Italia de pasar tres días de vacaciones. En recuerdo a la segunda parte de su apellido, que procede de los navegantes italianos que recalaron en Galicia, de donde es su familia, a pesar de que él naciese en Madrid. González-Robatto está casado y tiene cuatro hijos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de marzo de 2009