El siglo XX no se entendería sin dos películas como La palabra (Ordet) y Gertrud. Ambas, del genio danés Carl Theodor Dreyer. Saltó del cine mudo (época que cerró en 1928 con la prodigiosa La pasión de Juana de Arco) al sonoro en 1932 con Vampyr, basada libremente en el relato de terror Carmila, de Sheridan Le Fanu. El protagonista, un joven viajero llamado Allan Grey, llega a un remoto castillo en donde empieza a ver extrañas señales. A las visiones les acompaña la enfermedad de la hija del anfitrión, que sufre una siniestra anemia. El título da las suficientes pistas. Con el tiempo, el visionado del filme se hizo doloroso porque se rodó con un sistema de sonido experimental que perdió calidad rápidamente. Hasta que en 1998 la filmoteca de Bologna restauró el master original -en alemán-, y este año se ha digitalizado en alta definición. Así que su salida al mercado en DVD en España (a 26,95 euros) tiene todos los parabienes de la técnica. La edición incluye en un segundo disco un documental de Jørgen Ross en el que se recogen testimonios de Henri Langlois, Jean Luc Godard y François Truffaut, entre otros; y otro dirigido por Eric Rohmer en 1966, además de secuencias eliminadas, tomas dobles de planos con distinto sonido y un libro explicativo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de marzo de 2009