Joe Boyd, a la izquierda, y Mario Pacheco, ayer en Gijón / PACO PAREDES
Aquella maravillosa música
Se conocieron en la azotea del Café de París, en Marraquech, contemplando la puesta del sol, compartiendo cervezas y canutos. Era 1969. "Todos los hippies iban allí al atardecer", recuerda Joe Boyd. "Yo estaba al lado de un tipo rubio, y le conté que trabajaba en la industria musical.