El vestíbulo superior de la Universidad de Barcelona, ocupado durante cuatro meses por estudiantes, recuperó ayer su aspecto solemne. La limpieza hecha tras el desalojo de los estudiantes ha devuelto su esplendor al lugar. Las clases se reanudaron, con los cuadros de El Prado, los tapices y las esculturas de eternos testigos mudos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de marzo de 2009