Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

El agresor del tren

Leo con estupor e indignación la sentencia que el Juzgado de lo Penal número 16 ha dictado contra S. X. Martín, que agredió a la menor ecuatoriana en el tren y cuyo vídeo dio la vuelta al mundo. Que los tribunales dictan sentencias y que ello no es sinónimo de justicia, ya lo sabíamos. Sin embargo, no por sabido deja de doler la injusticia cada vez que se produce.

Deseo comentar algunas cuestiones de la sentencia que considero que así lo reflejan. Si bien en ella se reconoce que "se cometió un delito contra la integridad moral de la víctima", se rechaza la agravante de xenofobia.

En la misma sentencia se recuerda que Martín mostró una "actitud de desprecio hacia el origen de la chica"... y destaca su "gran agresividad y la violencia". Y yo pregunto, ¿la xenofobia no consiste precisamente en ello, en aludir agresiva y despreciativamente al origen del otro, al que de ese modo se insulta, golpea y ataca, justificando una supuesta inferioridad? Esto es lo que ha ocurrido en el tren.

Lo dicho en la sentencia es contradictorio en sus términos, porque niega la xenofobia al mismo tiempo que con su explicación, la describe. Si renunciamos al valor de las palabras, si utilizamos otras encubridoras, eufemismos o eludimos todas sus consecuencias, disminuimos la responsabilidad personal y social de los hechos y desvirtuamos el funcionamiento de la democracia y de sus instituciones. Tampoco deja de resultar esperpéntico que el agresor explicara lo ocurrido aludiendo a su estado de ebriedad, buscando con ello una atenuante.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de marzo de 2009