"La animación puede servir para hacer crítica política". Esa es la postura que defendió ayer en Bilbao el director alemán Hayo Freitag durante la presentación de su película, Los tres ladrones, en el festival de animación Animabasauri. El certamen, que este año tiene como país invitado precisamente a Alemania, incluye en la sección de concurso producciones destinadas tanto al público infantil como adulto, y la de Freitag parece aunar estas dos orientaciones. "Está dirigida, en principio, para los niños, pero, al igual que sucede con Alicia en el País de las Maravillas, los adultos pueden encontrar significados ocultos; en este caso, la lucha contra el poder establecido", afirmó.
Los tres ladrones narra las peripecias de una niña huérfana a la que un robo le permite escapar del orfanato. Compite con otros nueve largometrajes, entre ellos La historia de Leo, que, contrariamente a lo que sucede con la película alemana, está pensada "sólo para niños".
Su director, el italiano Mario Combi, defendió la necesidad de producir filmes exclusivamente infantiles ante la abundancia de largos de animación como Wall-E o Shreck. "Me encantan, pero conectan más con el padre que va al cine que con el niño al que acompaña". Esta película, que Combi define como "una metáfora sobre la diversidad", resultó ganadora el pasado verano en el Festival Giffoni de Italia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de marzo de 2009