Las turbulencias que han derribado los Gobiernos de Letonia, Hungría y la República Checa amenazan con sacudir al resto de Europa. Aunque la caída del primer ministro, Mirek Topolanek, en una moción de censura le ha debilitado como presidente de turno de la UE, el gobernante checo no vaciló ayer ante el Europarlamento en calificar los planes del presidente Barack Obama como el "camino del infierno". Topolanek acusó a Obama, en vísperas de su llegada a Europa, de repetir los errores de los años treinta.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de marzo de 2009