¡Qué calculado está todo y qué poco nos damos cuenta! Fue muy significativo el cambio de Comunidad Económica Europea a Unión Europea, ocultando lo único que importa a los europeístas, la economía.
Fue sorprendente la Directiva Bolkestein, que aparentemente sólo suponía la liberalización de los servicios para mejorar la competencia, pero llevaba implícita la renuncia de las Administraciones Públicas a regular las condiciones de prestación de servicios como la sanidad, educación, comunicaciones.
Pero sí estaba clarísimo que formar parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) supone la privatización de los servicios públicos: sanidad, educación, asistencia a dependientes y cómo no, el agua, el oro azul del siglo XXI.
En la Comunidad Madrid ya están en ello, ¡cómo no.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de marzo de 2009