La Ertzaintza detuvo en la madrugada del miércoles en la localidad de Deba a otros cuatro menores tutelados por la Diputación, acusados de participar en el robo a un comercio y a un coche en esta localidad, que alberga el centro en el que la institución foral ha juntado a los que considera más conflictivos. Con éstas, ya son 17 las detenciones protagonizadas por estos menores. Los jóvenes inmigrantes alojados en Deba acumulan más de 286 causas judiciales.
Hacia las 3.15, según informó el Departamento de Interior, una patrulla que realizaba labores de seguridad ciudadana vio cómo un grupo de cinco jóvenes, cuatro de entre 14 y 16 años y uno de 18 años, se escondían tras un vehículo. Los agentes sospecharon de dicha actitud y procedieron a identificarles. Al acercarse, vieron que uno de ellos tenía una bolsa llena de monedas y un corte en la mano. Los ertzainas inspeccionaron entonces la zona y encontraron un comercio con la puerta de acceso violentada y restos de sangre.
También localizaron un turismo forzado. Uno de los detenidos llevaba una linterna que supuestamente habría sido sustraída de este vehículo. Cuatro de los arrestados tienen antecedentes policiales por delitos contra la propiedad. Interior precisó que los menores fueron puestos una vez más bajo la tutela del ente foral, que previsiblemente les habrá reenviado a alguno de sus centros.
En paralelo, los chavales entran y salen de Deba sin control alguno y muchos de ellos siguen prefiriendo dormir en la calle a reencontrarse con los educadores que supuestamente les maltratan. "Unos ertzainas me llevaron de vuelta, pero me volví a fugar", afirmaba ayer por la tarde un joven magrebí en los alrededores de la estación de Atotxa. El ente foral afirma que no puede hacer nada para impedirles irse. SOS Racismo asegura que el centro de Deba es un centro disuasivo, que tiene por objetivo acabar con el efecto llamada y lograr que los jóvenes llevados allí se vayan de Guipúzcoa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de marzo de 2009