El municipio de Vilafranca, en la comarca de Els Ports, fue el escenario elegido ayer por socialistas aragoneses y valencianos para pedir que la A-68, que unirá Zaragoza con el Mediterráneo, salga a la costa por Castellón en lugar de por Cataluña, como baraja el Ministerio de Fomento. Así lo dejaron ayer patente el presidente de Aragón, el socialista Marcelino Iglesias, durante un encuentro con el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte. Iglesias se comprometió a trabajar "conjuntamente" con los valencianos para que la N-232 se convierta en autovía y sea la prolongación de la A-68.
Para Alarte, este proyecto garantizaría "una mejora social y económica para el interior de Castellón". Ahora todo depende del informe que redacta Fomento, que debe determinar si la A-68 sale al mar por Cataluña o por el norte de la Comunidad Valenciana. Este informe se lleva elaborando desde hace dos años.
Alarte e Iglesias no hablaron sólo de carreteras, también apoyaron la electrificación de la línea férrea entre Sagunt y Segorbe, para que pueda establecerse un nudo de comunicación entre el puerto de Valencia y la plataforma logística de Zaragoza.
El consejero de Infraestructuras, Mario Flores, anunció, coincidiendo con la reunión de los socialistas en Vilafranca, que el próximo lunes pedirá a Fomento que la Generalitat asuma la redacción del proyecto para la duplicación de la A-68 en el tramo comprendido entre Alcañiz y Vinaròs, con el propósito de agilizar el proyecto. Flores acusó a Alarte de llegar siempre tarde porque la Generalitat ya se ha reunido con el gobierno aragonés para hablar de la A-68 y de la A-40.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de marzo de 2009