Cristina Gil Benavente habla en su obra de ciudades trampa, ciudades llenas de obstáculos que endurecen a las personas y llenan sus calles de hostilidad, una agresividad que late en la vida cotidiana. En la exposición que se clausura mañana en Correos, titulada Criisi natural: reflexión sobre la ciudad, también hace referencia a los restos del naufragio urbano en el que se han transformado las urbes tras años de especulación y desestructuración urbanística. "Evolucionamos en un paisaje cerrado cuyos puntos de referencia nos atraen constantemente hacia el pasado", dice la autora, "algunos ángulos movedizos, algunas perspectivas fugitivas nos permiten vislumbrar concepciones originales del espacio, pero esta visión sigue siendo fragmentaria". Un colapso descrito en cuadros de desolador fondo blanco y retazos solitarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de marzo de 2009