Las múltiples dimensiones que Ernest Lluch desplegó a lo largo de su vida pueden encontrarse, desde ayer y hasta el 14 de junio, en el Palau Robert de Barcelona. La exposición, que comenzó su itinerario en Madrid y se ha visto en Zaragoza, San Sebastián, Santander y Vitoria, aborda todas sus facetas: de hombre comprometido, de profesor en las universidades de Barcelona, Valencia y Complutense de Madrid, de político atípico, de ministro socialista, de valiente luchador contra ETA, banda que le asesinó el 21 de noviembre de 2001. Durante la inauguración, ayer por la noche, el presidente de la Generalitat, José Montilla, se refirió a la actual situación de la política vasca, que tan bien conocía Lluch, al considerar la alternancia que lidera Patxi López como una señal "de solidez y madurez del sistema".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de marzo de 2009