Los funcionarios de la cárcel orensana de Pereiro de Aguiar encontraron muerto el sábado a un preso en la celda de aislamiento que ocupaba. El recluso, J. M. S., de 37 años, condenado por robo, había participado en una disputa y fue aislado. Su cuerpo fue descubierto en el reparto de la cena. Se suicidó con las sábanas. El recluso "no había manifestado un perfil suicida" y no asistía a programas de prevención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de marzo de 2009